Esta mañana los noticieros y
diarios dan a conocer que: la Municipalidad de Lima ha realizado un operativo y
ha internado 22 custers “del Chosicano” en un operativo en la carretera
central.
El mensaje que se quiere dar
a la población, y que los medios se prestan para ello, es que la municipalidad
por fin esta realizando las acciones de fiscalización y control que son su
responsabilidad y que, precisamente ha iniciado su accionar en la vía que
registra mayor cantidad de accidentes de tránsito y número de muertos, y que la
población puede estar tranquila porque con estas acciones se dará solución al
problema de los accidentes de tránsito.
Pero en el análisis y
desmontaje de la información podemos inferir que nuevamente la municipalidad
está usando el viejo recurso de la pirotecnia y la distracción ya que los
accidentes en la carretera central no han sido producto del hecho que por esta
vía circulen unidades sin autorización, deban papeletas al SAT, no tengan el botiquín con curitas suficientes
o que sus conductores y cobradores no estén “correctamente” uniformados.
Es verdad que la
fiscalización es un medio que permite el control de las conductas de los
operadores del servicio mediante la disuasión, pero también es importante tener
en claro cuáles son las conductas que se quieren regular y en el caso que nos
preocupa, que son los accidentes de tránsito y no las curitas, la causa que los
origina es la VELOCIDAD a la que se desplazan las unidades de transporte por la
referida arteria.
Algunos funcionarios y
periodistas pretenderán esgrimir la excusa de que el control de la velocidad es
función de la Policía de Tránsito lo cual no es cierto ya que según el literal
l del numeral 1 del artículo 17 de la Ley 27181, Ley General de Tránsito y Transporte
Terrestre, indica que la Municipalidad Provincial en materia de fiscalización
es competente para “Supervisar, detectar infracciones e imponer sanciones por
incumplimiento de los dispositivos legales vinculados al transporte y al
tránsito terrestre” para lo cual contara con el APOYO de la Policía de Tránsito,
dicho de otra forma es la Municipalidad de Lima a través de la Sub Gerencia de
Fiscalización de Transporte de la Gerencia de Transporte Urbano la que tiene la
responsabilidad de realizar acciones tendientes a evitar que se produzcan más
muertes en la carretera central con participación de estas unidades.
Creo que la Municipalidad
entiende que su publicitada acción de control será eficaz entonces, cuando
verifique que las personas sean atropelladas por conductores uniformados, con
la cantidad de curitas suficientes y que no le deban dinero al SAT. Más de lo mismo.